En esta ocasión se trata de unos guanteletes de malla, siguiendo con la tradición de este medio de protección de gran popularidad durante todo el medievo. Como con todas las piezas de armadura de la época, no hay una fuente fiable que nos indique cual era el gusto o la moda de ese entonces.
De las ilustraciones que podemos ver en fuentes como la biblia de Maciejowsky, lo historicamente correcto parece ser el mitón. Es decir, un guante que cubre todos los dedos y solo deja el pulgar libre para poder sujetar una lanza o espada. Al parecer, había diversas versiones del mismo: como parte integral de la cota de malla y como una pieza desmontable. En cuanto a comodidad ciertamente no es lo mejor, quien haya tenido una espada en sus manos sabe que todos y cada uno de los dedos se vuelven indispensables para manipularla con soltura.
Sin embargo, una versión como la aqui presentada con los dedos separados no parece tener fundamento histórico. Que diablos! Son cómodos y ya bastantes licencias nos tomamos con los medios de construcción como para todavía ponernos exquisitos con la autenticidad!!
No abundaré en detalles de construcción, pues resultaron bastante sencillos en realidad. Para hacerlos solo se necesitan un par de guantes de trabajo de cuero. Los ideales son los guantes para soldar, el cuero no es excesivamente grueso, lo cual facilita la costura y cubren algo más arriba de la muñeca. Adicionalmente necesitaremos una buena cantidad de cadenas de anillas, hilo cáñamo o algo igual de resistente y una aguja con bastante mala leche. Las cadenas usadas aqui estan tejidas en estilo europeo 6-1.
Primero, pondremos las cadenas de anillas sobre el dorso de los guantes, una por cada dedo excepto el pulgar, de la punta de los mismos hasta el puño del guante. Una vez ajustada la altura de cada dedo, uniremos las cadenas entre si para hacerlas una sola pieza.

Lo que sigue es literalmente coser y cantar. Tomaremos la aguja enhebrada y empezaremos a coser la malla al guante. Haremos pasar una puntada por cada anillo en la orilla de la malla y en los dedos para sujetarlos al cuero.No es realmente necesario coser en ninguna otra parte de la malla que no sea la orilla. Un consejo bastante util es pasar la aguja y el hilo por un trozo de cera de abeja antes de comenzar el trabajo y continuar haciendolo periodicamente. Esto permitira que el hilo se deslice facilmente y evitar que la aguja pierda el temple y se doble.
Después continuaremos el tejido de malla alrededor del puño. Muchos guanteletes de malla que se encuentran en venta en la red lidian con el puño de una manera distinta, ya sea usando un trozo de lámina (chapa) lo cual le da un efecto bastante antiestético (lease horrendamente feo) o solo poniendo malla en el dorso.
A continuación colocaremos el pulgar que es algo más ancho que una cadena, uniendolo al tejido del puño. 
Además, para permitir el libre movimiento del pulgar necesitara algunos anillos de expansión entre el dorso y el pulgar, esto queda un poco mas claro en la siguiente ilustración, donde también se aprecian las costuras de los dedos.
Para finalizar, colocaremos por dentro una tira de vaqueta (cuero grueso) en el interior del puño y la coseremos a la orilla del mismo para que conserve la forma y no cuelgue de manera disforme al usar el guantelete. Tal vez sea necesario usar una lezna o punzón para coser a través de la vaqueta. En este caso no fue necesario pues use de la fuerza bruta para suplir la lezna XDDD
Y con eso tenemos terminados los guanteletes. Aunque se ven bastante masivos, resultan de lo más comodos para empuñar una espada o empinarse un tarro de cerveza en el gañote.


Repetiremos este procedimiento con la protocofia que no tiene relleno.
Las colocamos así para que la costura entre las dos protocofias interior y exterior no sea visible en la pieza terminada. Poniendonos académicos a esto se le llama un dobladillo o remate francés (que no! no soy modisto, solo me gusta documentarme XDDD) Coseremos ambas piezas por toda la línea de costura excepto la parte inferior del cuello.
Una vez cosida, le daremos vuelta para tener el derecho hacia afuera.
Ahora doblaremos hacia adentro las orillas que dejamos sin coser y coseremos nuevamente por el derecho aproximadamente a 1 cm de la orilla.
Para cerrar la cofia, podemos usar cualquier sistema, el clásico sistema de cintas anudadas, ojales y una correa o lo que se te ocurra.
Para mantener el relleno en su lugar, lo coseremos a las piezas de tela respectivas con unas puntadas en forma de cruz que sujeten todas las capas.

Si haces la costura a mano, usa un hilo resistente de algodón mercerizado o 100% poliéster de un color que se asemeje lo más posible al color de la tela haciendo puntadas de 2mm como máximo y apretando firmemente cada una de ellas pero sin estirar demasiado para no fruncir la tela. 
Pues es una costura hecha a mano, algo floja y con un hilo contrastante cuyo objetivo es mantener las piezas juntas mientras las coses en la máquina.Una vez cosido, si lo hiciste a máquina, retira las puntadas del hilván jalando el hilo por un extremo o ayudándote con una tijera o navaja.
Para evitar que el relleno abulte en las costuras, lo recortaremos a unos 5 mm.


En las próximas entradas, los pasos que aparezcan en
Lo siguiente es acomodar el patrón de los laterales de forma que se desperdicie la menor cantidad de tela posible y fijarlo a las dos capas usando alfileres. Una buena idea es colocar los alfileres entre la orilla del patrón y la línea de costura, no escatimes alfileres, coloca uno cada 5 cm aprox. 
Con el patrón fijo, no tenemos más que recortar ambas capas de tela al mismo tiempo con unas tijeras perfectamente afiladas. Olvidate de las que guardas en el cajón de la cocina o en tu caja de herramientas. Si es necesario invierte en unas nuevas, de lo contrario, solo morderás y deshilacharás la tela en lugar de obtener un corte limpio.
Una vez cortado, antes de quitar el patrón de la tela, necesitaremos marcar la línea de costura, para esto, nos valdremos de un bolígrafo de punta metálica fina. Los de tinta de gel son geniales para estos menesteres pues la tinta marca bien en la tela y no se corre demasiado. Para marcar la linea, haremos una serie de puntos A TRAVES del papel y de las dos capas de tela. La idea es que la tinta marque las dos capas de tela por AMBOS LADOS.





Con esto tenemos terminada la parte científica, en las siguientes entregas vendrá la parte realmente complicada y fascinante, empezaremos la costura propiamente de nuestra cofia de armar.
Como podemos ver se trata de una cofia que cubre unicamente el cráneo. Si bien es lo que corresponde a la época a la que hacemos referencia, tiene ciertos inconvenientes:
Existe una tercera opción, que definitivamente corresponde a un periodo posterior e involucra un poco más de trabajo en la construcción del patrón.
Para un mejor ajuste inclinaremos la línea unos 2.0 o 3.0 cm de esta manera:
Lo siguente que haremos es dibujar otra línea exactamente igual al otro lado de nuestro arco, de esta manera:
Y a continuación dibujaremos las líneas restantes y tendremos:
Jajaja perdón por el chistorete, obviamente lo anterior es un fantasma de Pacman o Comecocos como lo conocen en algunos lugares. 





